Parroquia Ascension del Señor: Leyenda del Culebrón de Pudahuel Santiago, Chile

La leyenda del Culebrón hace que esta antigua parroquia de la época colonial sea tan temida por los habitantes de Pudahuel. Conoce este Lugar Misterioso en Santiago de Chile

En el año 1873, en el lugar que hoy lleva el nombre de Pudahuel, llegó a vivir a la hacienda Coronel Sánchez en las Barrancas, un joven matrimonio formado por Manuel Guzmán y la joven Corina.

Con el correr de los años, la felicidad de la pareja se fue apagando, ya que el padre de Corina presionaba cada vez más por un nieto el cual no llegaba. Para la familia, no había peor desgracia que acumular riquezas sin tener a quien dejárselas.

Un día, el capataz del fundo le dijo a Corina que conocía a alguien que podría ayudarles a tener un hijo, le indico que fuera junto a su esposo al cerro de lo Aguirre y que esperaran en la cima.

Así lo hicieron y se quedaron en el cerro hasta la medianoche, momento en que apareció una silueta diciéndole que le ayudaría a cumplir su anhelo sólo si le entregaba al niño cuando éste cumpliera los 20 años.

Aterrados, aceptaron sin siquiera dudarlo y la sombra se marchó en medio de la oscuridad.

Pasaron los meses hasta que Corina cumple el sueño de ser madre, la noticia del embarazo recorrió toda la zona, trayendo consigo preocupaciones para los futuros padres.

Sabían que este nacimiento era un acto de traición tanto para la iglesia como para dios.

Así que mandaron a construir una parroquia en el fundo como muestra de arrepentimiento y reconciliación con dios.

Una vez construida la capilla, quedó a cargo de los sacerdotes franciscanos al igual que su hijo para que de cierta manera evadir la promesa que le había jurado a ese ser maligno.

Pero llegó el momento en que ella quiso nunca pensar, su hijo cumplió los veinte años y el mandinga asistió a lo pactado. Manuel y Corina partieron rumbo al Cerro lo Aguirre.

El diablo le reprochó a Corina por haber hecho cristiano al niño y los condenó a vivir el castigo de la traición.

Tu hijo quedará condenado de por vida ha arrastrarse como una víbora.

Al decir esto el sujeto el joven cayó al suelo sin poder mover la piernas para levantarse y el hombre se alejó entre la noche.

Corina de regreso a casa con Manuel y su hijo,  le confesó a los franciscanos lo que habían hecho y les solicitó su ayuda.

El joven quedó enclaustrado en la Iglesia y solo se limitaba a comunicarse con su madre por una ventana. Se aisló del mundo para llevar una vida en entera soledad, llevando a perder la juicio poco a poco.

Cavaba túneles desde el sótano de la parroquia hasta transformarlos en laberintos que llegaban a distintos lugares del fundo y sus alrededores, sus piernas poco a poco fueron perdiendo forma hasta transformarse en una extraña mutación que hacía parecer sus piernas como una cola de culebra y la parte superior adquirió una musculatura desarrollada.

Corina envejecía al pasar el tiempo en que la metamorfosis de su hijo se acentuaba. Ella sabía que algo ocurría con su hijo, él ya no comía.

Se escuchaban rumores de que un extraño ser atacaba a los animales. Corina desesperada por no saber de su hijo y sus sospechas crecían al oír esos rumores.

Un día caminando en la noche por los alrededores del fundo, vio una criatura con un animal en el hocico, este se arrastraba como un reptil. Su sorpresa y dolor fue enorme al ver a su hijo convertido en una culebra de grandes proporciones, cubierto de sangre por todo el cuerpo.

Éste al verla le dijo que no se acercara, la madre miraba a su hijo… veía que esos no eran sus ojos, su voz era diferente pero en el interior… sabía que su corazón de madre no la engañaba … era su hijo transformado en un animal.

Cada día había habían reportes de animales muertos, y en el pueblo el temor se acrecentaba debido a los rumores de un culebrón que merodeaba por el lugar.

Un día, en plena tormenta, se escuchó el profuso  gemido de una criatura que fue devorada por el culebrón, lo que alertó desde la gente del pueblo hasta la misma Corina.

Ella, en medio del dolor y la angustia, tomó una escopeta y se dirigió en dirección a la parroquia.Al entrar, su asombro fue enorme… su hijo estaba enrollado en su propio cuerpo y cubierto de sangre.

Se acercó pensando en que ella era la responsable del sufrimiento de su propio hijo.

Él, al verla le dijo: sabes porque lo hago?.. por que soy una animal.
El animal que tú engendraste.

Corina apuntó su arma hacia y con lágrimas en sus ojos… disparó contra su hijo así acabando con la horrible maldición que afectaba a su hijo.

Hoy en día, se cree que el Culebrón no murió y que se escondió en los túneles de la parroquia.
Actualmente, la parroquia se encuentra al interior de la Ilustre Municipalidad de Pudahuel , sigue aún en pié y fue remodelada hace un tiempo, pero aún persisten los rumores y gente que trabaja en el lugar que dicen haber visto a esta horrenda criatura deambulando por los jardines del municipio.

Ubicación

San Pablo 8430, Pudahuel
Santiago, Chile