Basilisco Chilote: Leyenda chilena de una criatura mitad gallo y mitad serpiente
El Basilisco chilote es una criatura mitad gallo y mitad culebra que se esconde debajo de las casas durante el día, pero por las noches, ingresa a los dormitorios para succionar la saliva de las personas, provocándoles graves enfermedades e incluso la muerte.
Descripción
El Basilisco es una criatura mitad ave y mitad reptil. Se caracteriza principalmente por tener una cabeza de gallo con una cresta colorada, sostenida por un alargado cuello como una serpiente.
Su cuerpo es similar al de un gallo, pero con patas y alas más pequeñas, lo que lo limita a arrastrarse al desplazarse.
¿Donde nace el Basilisco?
El basilisco nace en un gallinero, pero a diferencia de las demás aves, este nace de un huevo sin yema, tan redondo y pequeño como una canica al que le llaman huevo Lloilloy.
La cáscara de este huevo es gruesa y rugosa de un color blanco grisáceo. Este huevo es puesto por una gallina vieja, término que se le da a una gallina que ha alcanzado su fase final de producción.
Algunos creen que este huevo es puesto e incubado por un gallo, pero esto no es más que una confusión, ya que justo en el momento en que se pone este particular huevo, la gallina canta al igual que un imponente gallo.
¿Donde se esconde el basilisco?
A las pocas semanas, este huevo eclosiona y sale de este, una especie de gusanillo colorado que se arrastra hasta asentarse debajo de la casa por alrededor de un año, para finalmente transformarse en el temible basilisco.
Esta es la razón del por qué la gente siente tanto pánico cuando se encuentra con uno de estos huevos. Por eso se aconseja prenderle fuego de inmediato y sacrificar a la gallina para evitar que siga poniendo de estos huevos.
Una vez que el basilisco ha alcanzado la madurez, por las noches, mientras todos duermen, este sale de su escondite arrastrándose hacia el interior de la casa mientras emite su hipnótico cántico similar al de un gallo pero provocando el efecto contrario, mantenido en un profundo sueño a los moradores.
Es ahí cuando el basilisco inicia su macabro festín, succionándoles la saliva con lo que consigue extraerles el aliento.
¿Cómo saber si en la casa hay un basilisco?
A simple vista, en la casa no se puede encontrar ninguna señal que dé cuenta de la existencia de un basilisco. Pero los síntomas que presentan los afectados, pueden dar cuenta de que se han provocados por esta aberración de la naturaleza.
¿Cuales son los síntomas que dan cuenta de la presencia de un basilisco?
A partir de la primera semana, la persona afectada se despierta con la boca extremadamente seca, a los pocos días, una palidez extrema comienza a hacerse notoria.
Luego, un cansancio extremo y una pérdida de vitalidad que se hace más evidente cuando comienza a perder rápidamente masa muscular hasta llegar a una delgadez extrema.
Cuando el pobre individuo ya se encuentra en una condición bastante crítica, se da paso a una compulsiva tos y el respirar se le hace cada vez más dificultoso. Es ahí cuando el basilisco ha logrado extraer hasta su última gota de aliento y el desafortunado muere por su precario estado de salud.
Esto pasa con todos los habitantes y de forma secuencial hasta acabar con cada uno de ellos.
¿Como matar al basilisco?
En contadas ocasiones el basilisco ha logrado adoptar su forma final y suele suceder cuando su existencia ha pasado desapercibida ya sea por desconocimiento o simplemente por descuido del criador de aves. Dándose por enterado de la presencia del basilisco una vez que comienzan los ataques nocturnos.
Existen dos formas de eliminar a un basilisco
La primera de estas es la mas difícil y no siempre es efectivo ya que se requiere de la ayuda de un experimentado brujo para realizar un ritual que consiste principalmente en la colocación de dos varillas de Mechai en forma de cruz en las cuatros esquinas de la casa, mientras se esparce por el suelo una especie de poción con un fuerte olor a natre. Lo que hace que el basilisco salga de la casa emitiendo un ensordecedor silbido.
Y la otra alternativa mas efectiva pero radical que consiste en prenderle fuego a la casa desde sus cimientos para acabar con la vida del basilisco.